“Las creencias de Daisen” y “Los Caminos de Daisen” que posibilitaron el mercado de Gyūbaichi, y el modo de vida de la población a lo largo del camino.

Desde la Edad Media, Daisen se convirtió en el centro de la esfera de las creencias de Daisen ampliamente difundidas en los países occidentales y en el centro de la esfera de distribución de ganado. Para ir al templo budista de Daisenji se utilizaron los Caminos de Daisen que irradiaban desde el templo (Camino de Bōryō, Camino de Odaka, Camino de Mizokuchi, Camino de Maruyama, Camino de Yokote y Camino de Kawadoko). Durante los días anteriores y posteriores al mercado de Gyūbaichi se relajaban las comprobaciones realizadas por las autoridades en la frontera debido a la gran cantidad de transeúntes que se dirigían al mercado. Alojamientos para peregrinos se alienaban en los pueblos a lo largo de los Caminos de Daisen y estos fueron muy prósperos.

大山日本遺産 今も残る面影

A lo largo del Camino de Yokote todavía quedan vestigios de aquella época en los prósperos tramos de Sagarikaya y de Mizukue. Además, en las aldeas a lo largo del Camino de Bōryō todavía quedan en la actualidad edificaciones en donde el ganado vacuno daba a luz a sus crías y también quedan piedras en donde se ataba al ganado. Especialmente en una granja de Tokorogo todavía se puede observar una residencia en cuyo terreno también había un establo para el ganado vacuno. En este lugar se daba al ganado el agua sagrada y las plantas medicinales, etc., y se criaba cuidadosamente al ganado que se llevaba al mercado de Gyūbaichi.

大山日本遺産 文殊堂
En el camino de Yokotemichi todavía queda un arco sagrado o torii para que las personas que venían de la región de Sanyō y que tenían dificultades para poder peregrinar hasta Daisenji pudieran ver el monte Daisen y así rezar y pedir sus deseos. También queda un monju-dō o especie de capilla para que las mujeres pudieran orar. En el Camino de Kawadoko hay un tramo empedrado cubierto de musgo. En cada camino quedan estatuas de Icchōjizō, etc. En el puerto de montaña de Hitoikizakatōge, que hay en el Camino de Kawadoko, antaño se daba la bienvenida a los peregrinos que venían a las celebraciones de primavera con té y comidas vegetarianas para peregrinos budistas y en la actualidad todavía podemos ver esta costumbre.
Los peregrinos tenían costumbre de degustar una preparación culinaria “para llevar” llamada Daisen okowa. Esta preparación indispensable como celebración gastronómica llamada okowa estaba compuesta por ingredientes que ofrecía el área que hay al pie del monte Daisen, como por ejemplo plantas silvestres de montaña, brotes de bambú, castañas, etc., y mochigome, que es un tipo de arroz glutinoso. Esta preparación disfrutaba de una gran aceptación como comida preparada para los peregrinos de Daisen debido a su sabor y a las propiedades saciantes y de conservación de este tipo de arroz. Otra preparación gastronómica que era muy popular y que se consumía en el mercado de Gyūbaichi era la de Daisen soba (especie de fideos de trigo sarraceno). El cultivo del trigo sarraceno o alforfón fue estimulado por un monje llamado Kikō Shōnin. Los platos descritos son representativos de Daisen todavía en la actualidad.

Las creencias de Daisen se extienden alrededor del pie del monte.

大山日本遺産 もひとり神事

Como eventos relacionados con el agua que derivan de “las creencias de Daisen” existen varios rituales como son el “Mohitori Shinji” y el “Ikesan Shinji”. En estos dos rituales el agua es recogida de un estanque de montaña, lo que conlleva su purificación. Además, en otra ceremonia se arroja al estanque un barril de sake y a continuación se recoge el agua del estanque para echarla en los arrozales y así pedir que llueva. Estos rituales son realizados todavía en la actualidad. Además, como costumbre para orar por una buena cosecha, hay eventos como el “Yama ire”, evento que se hace con el objetivo de rezar por una buena cosecha en el templo sintoísta de Ōgamiyama Jinja Okumiya antes de plantar el arroz, y también se lleva a cabo el “Daisen uta”, canciones que se cantan en Hōki y en otros lugares circundantes al plantar el arroz.
En Hōki se dice que el segundo año de los niños es una edad crítica y de mala suerte, por lo que los padres llevan a estos niños a la espalda en su peregrinaje al templo de Daisenji, a esta peregrinación se le denomina “Futatsugo mairi”. También hay otra ceremonia para pedir que los jóvenes de 13 años no padezcan enfermedades y tengan buena salud denominada “Jūsan mairi”. En el templo se recogen caramelos producidos en Daisen que luego son repartidos por la población. Desde el lado de la región de Sanyō, las personas que perdían a sus familiares fallecidos visitaban el templo Daisenji y pedían al bodhisattva de Jizō que les salvará en Sai no kawara (el cauce seco del río) y rezaban por el eterno descanso de las almas de los difuntos. Estas son también costumbres derivadas de “las creencias de Daisen”.

Gracias al señor Monte Daisen

大山日本遺産 大山の地蔵

De esta manera, “las creencias de Daisen” y “las creencias de Gyūba” derivadas de la fe en Jizō al que se le pide alcanzar la longevidad mediante el agua creó una gran esfera religiosa de fe y creencias en el oeste de Japón, debido también a la prosperidad del mercado de Gyūbaichi. Es como si el agua sagrada de Daisen se hubiera expandido atravesando las capas subterráneas, hubiera penetrado en la vida de la población a lo largo de los años, y hubiera echado suavemente raíces en esa población. Y la gente que aún vive al pie de la montaña sigue agradeciendo diariamente al monte Daisen su protección mediante el siguiente dicho: “Daisen-san no okage”, literalmente, gracias al monte Daisen, y sigue mirando con respeto su grandiosidad.


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